REGALO DE NAVIDAD: ¿TAMAÑO = CARIÑO?
Por: Ricardo Galicia Zavala | 27 de diciembre de 2022
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A lo largo del tiempo se ha llegado a un debate interminable sobre este tema en especial, que cada año causa confusión o incluso discusión. ¿Es el tamaño de los regalos de Navidad realmente relevante para determinar el cariño que le tenemos a una persona?
Aunque no lo creas, todo esto se trata de un tema relacionado con la psicología, el comportamiento de los consumidores y los constantes esfuerzos mercadológicos de cada una de las marcas con las que nos relacionamos diariamente en nuestro entorno y cuya actividad en estas fechas nos evoca a pensar que el regalo es importante para cada persona, especialmente por el tipo de obsequio que se puede ofrecer y el costo que este tendrá. (Lo sabemos, probablemente sea fácil echarle la culpa a los que nos dedicamos al marketing. No lo negamos, pero depende de cada quien).
Al menos gran parte de la sociedad considera las fechas relacionadas a la Navidad y el Año Nuevo como una época en la que podemos cerrar ciclos, arreglar asuntos con quienes tuvimos alguna rencilla o problema durante el año o incluso días antes de la celebración, así como aquellos que se proponen cumplir nuevas metas y propósitos personales y con quienes los rodean (más allá del tema del color de la ropa interior o los diferentes rituales existentes). La cuestión es que, así como hay una cantidad de personas que no toma en cuenta la cantidad o el tamaño de los regalos, sino la intensión, es cierto que gran parte de nosotros (si te sientes incluido) piensa que mientras más grande es el regalo, mayor es el cariño que le tenemos (o entregamos) a una persona.
Según un análisis de WorldRemit, este año el gasto promedio por familia en regalos navideños será de $9,800 pesos, 14% más que el registrado en 2021. Se estimó que al menos las Generaciones Millennial y Z serían las que más gastarían en regalos navideños (considerando principalmente ropa y calzado), muy por encima de la Generación X y los Baby Boomers (priorizando principalmente restauraciones de hogar y viajes). ¿Será que de alguna manera las nuevas generaciones consideran el factor tamaño=cariño para la compra de regalos? Tal vez pueda ser debatible o incluso curioso pensarlo, pero de alguna manera dependería de cada quién. También tendría que ver este aspecto con la relación hacia hábitos de compra, educación o incluso el estatus económico de cada persona. ¿Acaso también tendría que ver con un tema de materialismo, consentimiento o incluso el no tratar de decepcionar a alguien con un regalo que probablemente no le guste o porque tengamos una deuda personal (sin importar que sea monetariamente) con alguien? Probablemente dependa del juicio de cada quien.
La posible sobreexposición a la publicidad en todos los medios, viejos patrones de conducta o una situación moral sean factores para considerar este asunto, sin embargo, preferimos dejarlo a criterio de cada quien y buscar crear un pensamiento concreto en relación a la experiencia de cada persona. Tal vez seas de los que considere el tamaño del regalo algo innecesario ante la intención o viceversa, pero de lo que estamos seguros es que, en estas épocas de amor, paz y calor navideño, lo más importante es pasar tiempo junto a los que más queremos.
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